viernes, 20 de septiembre de 2013

Crisis de la semántica musical

                                          Imagen en otoño de una playa en El Portil (Huelva)



 Abordar la posibilidad semántica en la música es algo que tiene cierta complejidad dado tratados ya escritos desde donde se intentó iluminar el asunto (no sin exageraciones) y por otra parte también por la negación de la posibilidad de un significado semántico en este arte, ambas ideas con un relativo valor en el contexto de la crítica musical y su análisis en lo que sería considerar a la música como un complemento de la animación u otro arte o a esta expresión con un valor en sí mismo en una sala de concierto entendiendo que la diferencia entre un lugar y el otro es política.
 Luego distintas poéticas como formas de interpretar el tiempo se desglosan de las diferentes direcciones que toman (por ejemplo) los compositores ante este problema y así vemos una muy clara relación en la música de Strawinsky con su folclore y tradiciones y en un opuesto dialéctico podríamos decir que la forma musical de J. Cage es una provocación a cualquier relación de su música con un pasado arquetípico, utópico o simplemente idealizado pasado por pasado en sí ... y en este sentido Cage rompe con todo hilo conductor formal que vincula su búsqueda con cualquier tradición por lo menos europea en un posible descubrir un microuniverso que amplifica conscientemente para mostrar e ironizar sobre el sin sentido del sentido social (en este caso de la forma musical) ... siendo ésto a la vez una crítica a la modernidad preconcebida o por lo menos a sus aspectos más oscuros relacionados con la opresión de la subjetividad. Y por esta razón Cage intenta abrir instantes de infinitos a través de metáforas sonoras que son nuevamente abiertas y modificadas por el intérprete en un riesgo compartido lo cual involucra al espectador dentro del concepto de la obra sumergiéndolo en una aventura perceptual o cognitiva también sin final ...
 Entonces el valor del instante sonoro se establece desde la utopía de lo inquietante otra vez como un opuesto al universo racional de las relaciones humanas y sociales y por esta razón Cage utiliza el tiempo en su significado indefinible como una entidad suprahumana que aporta una perspectiva a la pequeñez de los actos de la existencia y ese es su Leit motiv.
 En este sentido nos vemos con una reminiscencia oriental relacionada con la filosofía del zen y fuentes de conocimiento muy antiguas, las más antiguas y uno mismo conserva el grato recuerdo del encuentro que algunos estudiantes de música establecimos hace muchos años en un salón de la Universidad Nacional de La Plata en un aula de Bellas Artes con el compositor platense Enrique Gerardi que fue quien nos acercó la "Conferencia sobre la nada" de John Cage ...
 Otros autores valoran de modo más preciso el hilo histórico (por ejemplo) de una melodía o timbre instrumental pero pueden sin embargo quedar atrapados en la red de sus interpretaciones sin abrir en el último instante el valor de lo inmediato al público limitando así la fuerza expresiva y en este sentido el jazz como lenguaje hace un aporte importante a la vitalidad musical restableciendo (nuevamente) el valor de lo inmediato como fundamento en la forma.

Aquí algunas ediciones personales:


miércoles, 18 de septiembre de 2013

El color del sonido

Memoria de melodía antigua:


 Sobre el asunto del color del sonido podemos encontrarnos con un folclore extenso de compositores e intérpretes que hablaron de distintos modos acerca del tema. El color de un acorde o el color de un sonido, el color del timbre de un instrumento o el color de una relación interválica, el color de un ensamble o de una afinación. Así de extenso es el uso de la palabra que hacemos los músicos para describir distintas sensaciones y conceptos, incluso mismo instantes previos a ideas más concretas. Y esto incluye personas que por alguna circunstancia particular perciben colores cuando escuchan sonidos y que son cosas con las cuales los músicos nos familiarizamos a través de compositores rusos como Scriabin y Rimski Korsakov y que en la medicina se identifica como proceso sinestésico.
 Una idea tal vez interesante es relacionar cierta teoría de colores con un principio de organización armónica o de otros parámetros como la textura o la relación de escalas mayores y menores, mismo la fragmentación y serialización de tetracordios para crear modos menos habituales y así adaptar criterios en la organización sonora hacia un proceso compositivo. Y este enfoque puede adquirir una riqueza impensada.


                                   Molino en El Almendro



sábado, 16 de mayo de 2009

El sonido interno


Los músicos intuitivos pueden desarrollar una diversidad increíble de argumentaciones sobre la realidad de su trabajo con el sonido. Así algunas ideas pueden tener una posibilidad de objetividad distinta de otras. Estas otras descripciones son entonces descripciones simplemente poéticas de fenómenos y procesos que a través del tiempo necesitaron ganar un cuerpo para concretar su forma. Todos los músicos somos intuitivos, porque con ese atributo comunicamos la música sin embargo al intentar traducir la música en signos necesariamente debimos reducir el problema de "hacer música" a cuatro o cinco conceptos muy básicos y de la misma manera accedemos a las cosas a las que definimos más por sus consecuencias inmediatas o secundarias que por la constatación del objeto. Conocemos más del tiempo por un reloj o metrónomo como máquinas que mensuran la linealidad aparente de eso que llamamos tiempo pero no sabemos demasiado de lo que hablamos. La música completa significados cuando miramos lo desconocido. Del mismo modo un compositor explora posibles nuevos significados del sonido a través de su obra, y eso lo constatamos en la originalidad con que los maestros de la música argumentaron su trabajo.
Así aprendemos de la historia al observar fenómenos particulares pero necesitamos contar a la vez con algún criterio para profundizar en distintos contextos, y a estos criterios podemos llamarlos conceptos estéticos o poéticos, considerando que en el mundo antiguo estas palabras carecían de la inocencia con que se las usa en los círculos intelectuales de hoy día.
Las partituras son un reflejo del fenómeno musical con que podemos echar una mirada al pasado y así enterarnos de los distintos puntos de vista acerca del tratamiento de los sonidos, los criterios particulares de consonancia y disonancia, instrumentaciones, procesos modales y tonales, metáforas armónicas. De este modo una partitura es un ojo con el que accedemos a un pasado o instante de tiempo (como una fotografía) para observar algo que ya está inevitablemente en el mundo de nuestras ideas, aunque con una categoría de orden distinta y ese es el punto de reflexión, es decir que en la observación de la dinámica de los cambios podemos encontrar lecturas y significados diversos acerca de definiciones exageradamente concretas de lo que significa la palabra tono, modo, ritmo o acorde.

Water jazz memory    Voces del Sáhara   Candombe en bicicleta con Juan Pablo Greco y Luis Perez Korsaike  Imaginaria Buenos Aires con Sergio Paolucci    Sueño de guitarra y kalimba con Toto Moscovich   Música para el filme Morning bath de 1896   El vuelo del barrilete   Domselaar y el parque de Gobelin con Juan Pablo Greco      

M.J.